Las distintas ideas y conceptos dados para la formulación de una catástrofe mundial, no dan lugar a ningún tipo de oportunidad; sin embargo, es posible encontrar en medio del desierto, un oasis de esperanza, al cual me aferro con gran actitud, dado que muchas personas no lo ven así, pero doy un paso adelante en decir, que la forma más difíciles es esperar a que alguien haga algo por mí.
El primer paso es aceptar que nosotros los seres humanos, que somos “pensantes y racionales”, iniciamos nuestra propia destrucción, al tratar de buscar distintos medios que permitieran controlar la naturaleza; como dicen algunos, su única finalidad en realidad, es controlar a la humanidad.Estamos en el año 2009, y las predicciones, que se le ocurrieron alguien que fue más allá de la simple monotonía de 19861, están a punto de cumplirse, hemos acabado con gran parte de la naturaleza; pero me pregunto ¿debemos solo lamentarnos?, ¿derramar lagrimas y crearnos remordimientos por lo hecho? En realidad no, es hora de poner los pies en la tierra, de alzarnos ante la conformidad establecida, y decir ¡no más! ; hay que empezar a cambiar nuestra forma de actuar y de ver la vida.
Es cierto somos tan solo un granito de arena que desea ser único y diferente, entre un mundo lleno de corrupción y ambición; pero por algo se empieza, y aunque nuestra sociedad desee morir bajo el yugo de la opresión política, somos los ciudadanos y el pueblo los que decidimos quien nos gobierna y somos nosotros, quienes cambiaremos nuestro destino.
Pero ¿seremos capaces de cambiar esta realidad que nos acongoja?……
¿Estaremos dispuestos a empezar de nuevo?, ¿a construir un mundo que poco a poco hemos dejado sin vida? ; es difícil contestarlo, porque mientras exista la pobreza mental en el conocimiento del hombre; lo único que nos queda por hacer, es seguir luchando para cambiar el futuro de nuestras próximas generaciones.
Finalmente digo:
“EL OBSTÁCULO MAS GRANDE ES SENTIRSE DERROTADO SIN EN REALIDAD ESTARLO”
Por: Lisa María Páez Hoyos
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